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8 de abril de 2008

Ohh!! yo lo tenía, pero mi mamá me lo botó


Con tantos años de circo en el cuerpo en esto del coleccionismo de juguetes, he tenido la oportunidad de relacionarme con una incontable cantidad de coleccionistas o al menos de interesados en algunas figuras de acción del pasado reciente, y con muchas de ellos he tenido largas conversaciones sobre las motivaciones para estar comprando juguetes a una edad más avanzada de lo que la sociedad estaba acostumbrada.

La gran mayoría ha pasado por uno de los eventos más típicos en la vida de todo aficionado a los juguetes (para los no aficionados también, sólo que para ellos está lejos de ser una situación traumática), me refiero al hecho de que en algun momento la mamá decidió regalar los juguetes del futuro coleccionista o aficionado. Este hecho se configurá básicamente de dos maneras, a saber:

1) La madre en cuestión cree que su hijo ya creció, porque ya hace rato tiene en una caja del closet todos esas figuras de acción que tanto disfrutó en su infancia, por lo que decidé, sin consultarle al propietario, sacar la caja y regalarla a un sobrino, vecino, o alguna sociedad de benificiencia, etc hecho ante el cual el hijo va a reaccionar de dos maneras, le da lo mismo en el momento pero se arrepiente después cuando empieza a ganar plata y quiere tener los juguetes de vuelta; o, se escandaliza en el instante, pero ya no hay manera de recuperar los juguetes, generandose ipso facto un trauma que empezará a saldar cuando tenga algun grado de independencia económica.

2) El hijo en cuestión que siempre gozó jugando con sus figuras de acción y que alucinaba viendo los comerciales de los nuevas lineas de juguetes los domingo por la mañana se dió cuenta que sus amigos ya no juegan con juguetes, y que van a fiestas y esas cosas, por lo que va en un arranque de desprendimiento y madurez mal entendida a dedirle a su mamá que disponga de su gran colección de juguetes del closet y que haga con ellos lo que estime conveniente, ante lo cual la mamá va y los regala sin cuestionar las instrucciones del hijo, después de todo, es más orden en la casa. Años después este irreflexivo niño se convierte en adulto y recuerda lo mucho que le gustaban sus transformers y Thundercats ante lo cual se mortifica por la decisión que tomó aquella vez y empieza a recolectar aquellos juguetes de la infancia.

Personalmente no estoy familiarizado con esos eventos, a mi mamá nunca se le ocurrió preguntarme una cosa así, básicamente porque yo, a diferencia de muchos, nunca dejé de ser "juguetero", cuando chico me encantaban y jugué con ellos hasta viejo, en la media seguí comprandome juguetes y fue en 3° medio en dónde este asunto de coleccionar se perfiló como un pasatiempo medianamente serio, y mis padres jamás lo cuestionaron, al contrario, me alentaron en la senda del coleccionista. En fin, no todos tuvieron mi suerte, a lo más puedo decir "yo lo tenía cuando chico, pero se me rompió de tanto jugar con él", pero esa es otra historia.

3 comentarios:

-CizcoBassman- dijo...

wena compadre...gran analisis del gran trauma juguetero. a mi me votaron mis solverhawks y un par de motus....pero bueno pa eso hay lucas ahora e infancia interumpida para re juntar los monos.
ya pepper...nos vemos. saludso.

SPAM Alternative dijo...

mi caso es el mismo que el tuyo, nunca se me dijo que los iban a regalar o algo, de hecho los tuve en mi repisa hasta uhmmm segundo medio creo, pero, luego los guardé en mi clóset en cajas para ocupar la repisa para poner una colección de latas de cerveza que tenía.

De todas formas, varios juguetes los perdí en cambios de casa, y otros fueron destruídos cuando se los heredé a mi hermano.

Saludos!!!

Anónimo dijo...

por suerte, jamás pasé por ninguno de los ejemplos que diste...a lo más "por que gastas plata en monitos...comprate ropa o algo que te sirva"...pero que me regalaran mis juguetes, jamás...si los vendo o los regalo, que sea estrictamente por decisión mía (espero no llegar a eso)
saludos, master
atte
Abraham